miércoles, 24 de febrero de 2010


Recuerdo cuándo solíamos amarnos en secreto y todo marchaba perfecto, era increíble el momento en que se cruzaban nuestras miradas, deseando que el otro sintiera esa misma magia en su interior, después gritamos nuestro amor a las cuatro vientos, y poco a poco surgieron las decepciones, los miedos, las dudas y tal vez haya sido mejor no compartir nuestras vidas, pues quizas es verdad eso de que el amor más largo es el amor en secreto. Pero yo que me ruborizo a tu lado, comienzo a mirar todo excepto tu hermosa mirada que despierta los más profundos sentimientos en mi ser. Y doy gracias a Dios que soy mala guardando secretos, debido a eso he vivido los días más felices de mi existencia a tu lado.

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